¿Sabes cómo tapar este agujero o este pozo?
¿Sabes cómo tapar este agujero o este pozo?

Publicado originalmente el 11 de enero de 2012, corregido 2025
Tapar el agujero
De adolescente me gustaban las sentencias y las frases cortas. Solía llevar un cuaderno donde las iba anotando y que luego me ayudaban a reflexionar. Con el tiempo, me he dado cuenta de que esta costumbre es algo común en el ser humano. Por ello, los libros de sentencias tienen tanto éxito.
Esta semana me he encontrado con una frase que me ha hecho cavilar:
«No hay pan que tape el agujero, el de la angustia existencial«.
No sé quién es el autor ni el significado profundo que intenta transmitir. Así que me he propuesto darle una interpretación personal.
Los agujeros en la vida
En la vida de cada persona hay agujeros, y siempre, aunque a algunos les pese, los habrá. Cada vez que pisamos tierra corremos el riesgo de caer en uno de ellos o, si pisamos en lugares frágiles, incluso de crearlo nosotros mismos. Y no digamos si lo hacemos en terrenos pantanosos. Por ese motivo, queramos o no, pasamos parte de nuestra vida tapando agujeros.
Por ejemplo:
- Si no hemos estudiado para un examen, luego tenemos que tapar ese agujero repasando a última hora.
- Si hemos comido demasiado, intentamos compensarlo con ayuno o algún medicamento antiácido.
- Si hemos dicho una palabra hiriente o hecho un gesto que lastimó a alguien, luego debemos pedir disculpas.
Si tenemos hambre física, con un trozo de pan la saciamos.
Pero la angustia existencial, ¿ese agujero se puede tapar?
La angustia existencial
La angustia existencial es ese sentimiento doloroso que nos invade cuando nos preguntamos: «¿Qué sentido tiene mi existencia? ¿Por qué y para qué vivo?». En los casos más extremos, incluso puede llevar al deseo de no querer vivir más.
¿Se puede tapar ese agujero?
¡Sí, se puede! ¿Cómo?
El hambre no se sacia en un solo día. Hoy comes, mañana tienes hambre de nuevo. Lo mismo ocurre con la existencia. No se soluciona el problema existencial en un solo día; la persona evoluciona con el tiempo.
Veamos la experiencia de la vida:
- Lo que es un «problema existencial» a los pocos días de nacer (no encontrar la teta materna) deja de serlo a los cinco años.
- A esa edad, que alguien te pise el camión rojo de plástico que te regalaron los Reyes Magos puede hacer que parezca que el mundo se acaba.
- A los quince años, que la persona que te gusta no te salude en el colegio puede convertirse en el «gran problema existencial» de tu adolescencia.
- En la edad adulta, el fracaso en un negocio puede hacer que te replantees el sentido de tu vida.
Así transcurre el tiempo, la vida de cada uno, de un «problema existencial» a otro, intentando llenar los vacíos.
¿Es imposible?
No existe -o al menos no lo encuentro- ninguna posibilidad de llenar completamente el hueco de la existencia, porque, como el hambre, se va renovando cada día.
Por eso, al llegar a la vejez, seguirá presente esa pregunta sobre el sentido de la existencia. Siempre habrá algo pequeño o grande que no hemos logrado satisfacer. Es seguro que quedarán pequeños rincones del corazón con cierta angustia que necesitarán reparación. De ahí que algunos piensen que el ser humano es «un animal insatisfecho».
La solución: el pan de cada día
Decíamos: «No hay pan que tape el agujero de la angustia existencial«, como tampoco hay pan que sacie el hambre para siempre. Solo hay un alimento que realmente nos sustenta:
«El pan de cada día».
Para la reflexión personal:
- ¿Cuáles son los «agujeros» que has intentado tapar en tu vida?
- ¿Cómo has enfrentado momentos de angustia existencial?
- ¿Qué estrategias te han ayudado a encontrar propósito o sentido en tu vida?
- ¿Existe algo que aún te genera insatisfacción? ¿Cómo podrías abordarlo?
¿Cómo interpretas la idea del «pan de cada día» en tu vida cotidiana?
Paz y Bien Paz y Alegría
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Diría que mí pan de cada día, es mi encuentro matutino con Dios, ese momento de calma antes de comenzar mí rutina. A veces breve, otros días no tanto, pero siempre presente. Agradezco si presencia y la posibilidad de tener ese encuentro con Él.
Ante los momentos de crisis existenciales, tiendo a hacer más encuentros con Él, pues una vez pasado el tsunami de las dudas, vuelve la calma. Paz y bien.
Hola Rocío, parece un Buen Pan De Cada Día, recomendable para cualquier ser humano. Paz y Bien