Ejercicio: El Anillo del Cambio Consciente

Ejercicio: El Anillo del Cambio Consciente

El triángulo y el anillo consciente, imagen de la IA

Propósito:

Convertir un simple anillo en una herramienta para fomentar la reflexión y la acción consciente en nuestra vida diaria. Al materializar nuestros deseos de cambio, anclamos esta transformación en nuestro ser, superando la inestabilidad de los meros pensamientos. Solo con tejer palabras y conceptos se logran los cambios, ha de haber algo físico, material.
Además no lo haces solo, habla con tu ángel de la guarda cada vez que lo ejercites.

Materiales:

Un anillo o cualquier objeto pequeño que puedas cambiar de mano fácilmente.

Instrucciones:

Preparación:
Busca un espacio tranquilo y dedica unos minutos a relajarte mediante respiraciones profundas. Este ejercicio puede realizarse en cualquier momento del día, incluso en breves pausas de la jornada.

Simbolismo del Anillo:
Coloca el anillo en uno de tus dedos. Este anillo simboliza tu estado actual: tus pensamientos, emociones y actitudes.

El Triángulo del Cambio:

Cambia el anillo de una mano a otra siguiendo estos tres pasos:

Observar: Concentra tu atención en el anillo. Identifica un aspecto de tu vida que deseas transformar.
Pensar: Al cambiar el anillo de una mano a otra, visualiza el cambio deseado: una actitud más positiva, un pensamiento más consciente o una acción diferente
Cambiar:
Coloca el anillo en el dedo de la otra mano con intención. Este gesto simboliza la materialización del cambio.

Integración con los Sentidos:

Siente el peso y la textura del anillo en tu dedo. Usa tus cinco sentidos para estar completamente presente en el proceso.

Mientras realizas el movimiento, repite mentalmente una afirmación como:

“El cambio comienza con pequeños e insignificantes hábitos.”
“Hoy elijo actuar con conciencia y propósito, en los más pequeño.”

Integración sensorial: 

Percibe el peso y la textura del anillo. Involucra tus cinco sentidos para vivir plenamente el proceso. Repite mentalmente una afirmación como: «El cambio comienza con pequeños actos «. o también «Hábitos pequeños, constantes y conscientes transmutan mi vida».

Reflexión:

Realiza este ejercicio varias veces al día y observa cómo te sientes después de cada cambio. Pregúntate: ¿Estoy actuando con intención o me dejo llevar por la rutina?

Práctica constante:

Utiliza este ejercicio como un recordatorio físico de tu capacidad para evolucionar y crear cambios significativos.

Nota:

Aunque sencillo, este ejercicio puede ser una poderosa herramienta para transformar nuestra vida. Si alguna vez sientes que es trivial, una «pavada» (como dicen en Argentina) o carente de sentido, úsalo como un espejo y pregúntate: ¿qué otros aspectos de tu vida estás llevando a cabo de manera inconsciente y evitas cambiar?

Gumersindo Meiriño Fernández

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