La Vía Dolorosa y Viernes Santo

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Vía Dolorosa Jerusalén

EL VIERNES SANTO Y LA VÍA DOLOROSA: UNA REFLEXIÓN PARA LA CONEXIÓN INTERIOR

“Durante el Viernes Santo – nos dice Corinne Heline- las sucesivas etapas del Sendero del Discipulado se desarrollaron simbólicamente en los acontecimientos que tuvieron lugar a lo largo de la Vía Dolorosa o «Camino del Dolor». Efectivamente, en el sendero de la mística, de la experiencia transformadora en el interior del Ser, resuenan las palabras de Cristo: «Aquél que no tome su cruz y me siga no es digno de Mí».

La Pasión de Nuestro Señor el Viernes Santo es pura experiencia de Sabiduría que hay que entender desde corazón. Las catorce estaciones de la cruz representan ciertas etapas que pertenecen al desarrollo espiritual de cualquier tradición, no solo del cristianismo. Tan sólo su Madre, María Magdalena y Juan estuvieron lo suficientemente avanzados para recorrer el Sendero hasta el final unidos a Él sin fisuras. Por eso ellos tres, y sólo ellos, se ven representados junto a la cruz de la que pendía el cuerpo atravesado de Cristo. El número tres simboliza la integración y la “completud” del Maestro. También a la fusión iluminadora de Cuerpo, Palabra y Mente y a su vez las Tres Puertas Dzogchen: Quietud del Cuerpo, Silencio del Habla y Espaciosidad de la Mente, la meta final de un corazón puro y de una mente iluminada: “Yo Soy la Luz del mundo”, dijo el Maestro Divino.

En los tres juicios que vivió Jesús por parte de Anás, de Caifás y de Pilatos, en la flagelación, en la coronación de espinas, en las tres veces que Cristo cayó bajo el peso de la cruz, y en los tres encuentros con las santas mujeres durante la ascensión del Calvario, el candidato a la Deificación o Theosis descubre sus propias experiencias que se corresponden con su propia ascensión al Monte de la Iluminación, al tomar la propia cruz y seguir a Cristo. Como bien escribió el P. Pablo D´Ors: “El Jueves Santo es el día del Amor, el Viernes el del dolor, el Sábado el del vacío y el Domingo el de la Luz”.

Avancemos juntos, queridos amigos y amigas, dejando a un lado creencias o increencias, egos y vanidades, para desarrollar la verdadera Visión que ilumina un sendero de gozo, claridad y consciencia: Los dolores del Camino hacia la Vida se transforman en el gozoso éxtasis de la Resurrección y, en lo más profundo de nosotros, en nuestra propia resurrección y transformación.

Infinitas bendiciones.

P. Francisco J. Akerman (Sangye Dorje)

Más información sobre los escritos sobre Semana Santa de Corinne Heline, haz clic aquí

Mira también el vídeo del Javier Akerman con la aprobación de Gicem en el Viernes Santo:

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