Las barcas (¡canoas!) que cargas a tus espaldas
Las barcas (¡canoas!) que cargas a tus espaldas

¿Qué peso sigues llevando que ya cumplió su propósito?
Hoy hablé con dos personas que esperaban escuchar algo sobre Jesús de Nazaret, que comenzaba a anunciar el Reino de Dios (¡qué será eso del «Reino de Dios»! Aún nos lo seguimos preguntando, dos mil años después). En aquel tiempo, Jesús pasaba junto al lago de Galilea, vio a unos pescadores y les dijo:
–Venid.
Ellos dejaron las barcas, las redes, todo, y se fueron con él.
Entonces les pregunté a estas mujeres:
–¿Qué redes, qué pesos, qué bultos del pasado, qué barcas no hemos sido capaces de dejar para…? ¡QUÉ BARCAS!
Fue mencionar «barcas» y recordé el famoso cuento budista de la barca (o canoa, ¡qué importa el nombre!).
El cuento de la barca (¡o canoa!)

Un grupo de viajeros necesitaba cruzar un río caudaloso para continuar su camino. Construyeron una barca con gran esfuerzo y lograron cruzarlo con seguridad.
Una vez en la otra orilla, algunos pensaron que la barca había sido tan útil y valiosa que decidieron cargarla sobre sus hombros mientras continuaban el viaje. No podían dejar de agradecer todo lo que había hecho por ellos. ¿Cómo abandonarla ahí, en la orilla?
Pero, a medida que avanzaban, la barca se volvió una carga pesada e innecesaria. Les dificultaba caminar. Sin embargo, seguían llevándola por gratitud y porque pensaban que no debían abandonarla.
La barca fue indispensable para cruzar el río, pero, una vez cumplido su propósito, aferrarse a ella se convirtió en un obstáculo.
La reflexión
Cuando terminé de contar el cuento, una de las mujeres me dijo:
–¡Qué verdad! Cuántas veces hacemos así y nos llevamos tantos pesos que fueron útiles y necesarios en el pasado y ahora nos estorban.
No quise añadir nada más. A buen entendedor, pocas palabras.
Preguntas sobre «tus canoas»
- ¿Qué o a quién sigues cargando a cuestas?
- ¿Impides que alguna persona o idea cumpla su propio destino?
- ¿Hay algún pensamiento o creencia que, aunque te ayudó en el pasado, ahora te limita?
- ¿Podría ser que tu familia, amigos o incluso tu historia sean esa «canoa» que te impide avanzar?
El peso del pasado
Aferrarnos al pasado puede ser un acto egoísta de control o incluso de miedo. Pero, a veces, también es un «acto de amor» mal entendido. Creemos que al aferrarnos a alguien o algo, demostramos nuestro cariño o gratitud. Sin embargo, el verdadero amor a menudo implica soltar, respetar y permitir que los demás sigan su propio camino
Volar Alto
Dejando las canoas a la orilla, podrán ayudar a otros a cruzar el río. Nosotros seguimos adelante, como dice el poeta, «ligeros de equipaje como lo hijos del mar«.
¿Estás listo para dejar tus cargas y emprender este nuevo viaje?
Paz y Alegría.
Escucha en voz del autor:
A propósito de Volar Alto:
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Sobre este tema es realmente importante esta oración que te ayudará a dejas algunas de tus barcas o «redes» del pescador en las que estás «enrollado».


