Las reglas de la Salud según Hildegarda de Bingen

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Hildegarda la precursora de la medicina en el siglo XII

Sabiduría Ancestral para la Salud

Hildegarda, una monja alemana, falleció en 1179 a los setenta y nueve años de edad. Fue una destacada escritora en temas de teología y medicina natural. Hildegarda afirmaba que sus enseñanzas no surgían de estudios intelectuales, sino de visiones, mensajes que venían “más allá de la mente”. Aunque alguien se atreviera a dudar de sus visiones, su vida es testimonio de la eficacia de sus propios remedios: una vida larga y plena, especialmente notable en el austero siglo XII.

Veamos cuáles son las «seis reglas de oro» para la salud según Hildegarda, a las cuales añado una reflexión personal.

1. Que tu comida sea tu medicina

Hildegarda descubrió hace casi mil años el impacto de la alimentación en la salud. La buena alimentación mantiene el cuerpo sano y la mente despierta. En mi experiencia, muchas personas han compartido que al mejorar su dieta sienten más energía y bienestar, sin necesidad de tomar siestas y con una mayor lucidez mental.

2. Usa remedios naturales

Hildegarda promovía los remedios de la naturaleza para sanar y cuidar la salud. Como ejemplo, recuerdo a un familiar que daba espinacas a sus animales y, curiosamente, tomaba suplementos de ácido fólico, sin saber que las espinacas son una rica fuente de este nutriente. Esto nos recuerda que la naturaleza provee de forma simple lo que necesitamos, sin recurrir, con tanta frecuencia, a productos artificiales. o químicos.

3. Equilibrio entre sueño reparador y ejercicio

La alternancia natural de sueño y actividad es clave. Hildegarda vivía en un convento donde el ritmo del día estaba marcado por la naturaleza: despertar temprano, tomar una breve siesta tras el almuerzo y retirarse a descansar con la puesta del sol. Este equilibrio también incluye el balance entre el trabajo físico y el descanso, un principio que hoy podríamos adaptar como “ejercicio físico y mental” para combatir la vida sedentaria.

4. Purifica tu cuerpo de toxinas

Hildegarda aconsejaba desintoxicarse periódicamente. En nuestro tiempo, esto se traduce en ayunos ocasionales, beber mucha agua e incluso recurrir a purgantes naturales. Desintoxicarnos de alimentos y bebidas procesadas ayuda a mantener el cuerpo en óptimas condiciones.

5. Cultiva la paz y el equilibrio interior

Ningún esfuerzo físico o dieta bastará si no cuidamos nuestro bienestar mental y espiritual. El desequilibrio interior, el sentimiento de culpa, el materialismo excesivo y el egoísmo afectan tanto nuestra salud física como mental. Encontrar la paz interna y mantener un equilibrio emocional es fundamental.

6. Compromiso a largo plazo con la salud

Estas reglas son principios de vida, no soluciones instantáneas. No prometen un cambio rápido, sino una filosofía de vida que, con perseverancia, mejorará tu bienestar general. Llevándolas a la práctica diariamente, notaremos una transformación profunda y duradera.


Reflexión Final

Estas son las seis recomendaciones de Hildegarda, adaptadas con una perspectiva personal. Si las practicas fielmente, experimentarás mejoras significativas en tu vida. Recuerda que, en caso de enfermedad, es fundamental acudir a un profesional médico y seguir sus indicaciones. Paz y alegría para tu camino, y hasta la próxima semana.

Gumersindo Meiriño Fernández

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