La belleza de ser mujer
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CAPÍTULO 2 (extracto de “El cantar de los cantares”)
El Amado
Como un lirio entre los cardos
es mi amada entre las jóvenes.
La Amada
Como un manzano entre los árboles silvestres,
es mi amado entre los jóvenes:
yo me senté a su sombra tan deseada
y su fruto es dulce a mi paladar.
Él me hizo entrar en la bodega
y enarboló sobre mí la insignia del Amor.
Reconfórtenme con pasteles de pasas,
reanímenme con manzanas,
porque estoy enferma de amor.
Lo que leíste aquí arriba es un extracto de la famosa obra “El cantar de los cantares”, uno de los libros del Antiguo Testamento.
¡Ya sé lo que estás pensando al leer esto! Seguramente, te preguntarás que tendrá que ver dicho libro con la belleza de ser mujer. Dejáme que te cuente parte de mi historia…
Cuando conocí a María tuve que aprender muchas cosas acerca de ser mujer. Ella siempre utiliza relatos, metáforas y algunos otros elementos para que yo comprenda lo que me quiere transmitir. Uno de los temas que considero revelador fue conversar con ella acerca de nuestro rol y cómo es un alma cuando entra a éste mundo con sexualidad femenina.
Por muchos años he estado confundida respecto de ello a la hora de relacionarme con el género masculino, dado que me considero una trabajadora perfeccionista, he utilizado a lo largo del tiempo mucho de mi energía masculina dejando de lado un aspecto muy importante de mi energía femenina. Recuperarla fue un aprendizaje difícil ya que tuve que desaprender estructuras vigentes en la sociedad para construir ideas nuevas acerca de mí.
Durante mi proceso de transformación, la realidad se presentaba cada vez más amable conmigo respecto de la calidad que recibía en el trato por parte del género opuesto. Aunque debo admitir que por momentos me había sentido frustrada porque ante un cambio tan rotundo, los hombres tampoco sabían cómo actuar conmigo; pero mantenía en la mente lo que me enseñaba María mientras observaba como a ella le fluían naturalmente las enseñanzas que me transmitía.
Cuando ella entra a un lugar es inevitable mirarla, es un conjunto de características que trae consigo lo que la convierte en una dama, no tengo palabras para explicar, hay que simplemente contemplarlo con ojos de aprendiz.
Para inspirarme en la escritura de este artículo, tuve que leer y tratar de interpretar “El Cantar de los cantares” donde el hombre y la mujer se manifiestan en plena armonía.
Para hacer esta historia larga, corta, te comparto un párrafo que está grabado en mi mente y que María me regaló; cada vez que puedo lo leo porque me recuerda quien soy y a que vengo al ser mujer, este tesoro despertó en mí mucha conciencia:
“…Una mujer femenina nunca es anticuada, besa la tierra cuando camina, deja estela cuando pasa, da calor donde entra, perfuma lo que toca, luce las prendas que visten su cuerpo, enamora a los hombres y confunde a los machos….”
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Belleza descriptiva de, cómo ELLA, María, la vive y transita sus días, tal cual,ABRAZOS! !!
Así es Juana! Gracias por leerlo! Un abrazo!
La importancia de sanar la energía femenina?… Gracias María José por transmitir con tanto amor lo que María te enseñó.
Gracias a vos por leerlo!!!
Majo mujer correntina, me emocione al leerte . Muchas gracias a vos y a Maria y Gumer , seres espirituales que la vida nos permite “verlos” u “ escucharlos “ con el corazón.
Claudia Vallejos
Que hermoso mensaje gracias!!!!!! Gracias por leer!